05 Feb
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Otra forma de ver la infidelidad


Poco más de una semana ha pasado desde el estreno de “El embarcadero”, la nueva serie que ha lanzado Movistar+, y que ya ha cautivado a crítica y audiencia con su novedosa propuesta.

Este thriller emocional, llevado a cabo por los creadores de la exitosa serie “La Casa de Papel”, y protagonizado por Verónica Sánchez, Irene Arcos y Álvaro Morte, se sale de lo establecido. “El embarcadero” nos propone la historia de un hombre cuya vida puede ser aparentemente percibida como perfecta: un buen empleo, recién casado y con una mujer de éxito a la que profesa un gran amor; sin embargo, un día conoce, sin un motivo previo y sin realmente necesitarlo, a otra mujer, una joven que vive en plena Albufera y que trastocará sus planes y su vida tal y como la conocía.

Este triángulo amoroso, que llevará consigo el peso de prácticamente toda la serie y que se va nutriendo de flashbacks para contar los detalles más minuciosos, es especial por su manera en la que aborda un tema tan presente en la sociedad y tan integrado en nuestro día a día como la infidelidad. 

“El embarcadero” no cae en reflejar el estereotipo del hombre mujeriego que decide ser infiel a su mujer por mera distracción; tampoco hace referencia a un matrimonio con problemas conyugales que desemboquen en la búsqueda de nuevas aventuras y ni siquiera habla del típico desliz que puede ocurrir a pesar de ser feliz en el matrimonio. Esta historia va mucho más allá y lanza una pregunta directa al espectador: ¿qué pasaría si te enamoraras de otra persona sin dejar de estar enamorado de tu mujer?

En la ficción, Óscar (Álvaro Morte) es un hombre feliz que vive un momento más que satisfactorio con su pareja Alejandra (Verónica Sánchez), pero que, sin pretenderlo, se enamora de Verónica (Irene Arcos), llegando a un punto donde la racionalidad se escapa y lo único a lo que se puede agarrar es a aquello que le dictamina el corazón.

Esta premisa sitúa encima de la mesa otra forma de ver la infidelidad, donde es posible ponerse en el lugar del infiel, incluso llegar a empatizar con él comprendiendo sus emociones y haciendo plantear al espectador si, en una situación similar, sería capaz de comportarse de igual manera que nuestro protagonista.

Sin duda, “El embarcadero” es una novedosa propuesta que nos atrapará en cuestión de minutos y nos hará replantearnos muchas ideas y conceptos que podíamos tener establecidos en nuestra manera de ver el amor y las relaciones en general.

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